Según el IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía) una CEL (Comunidad Energética Local) es:
a) Una entidad jurídica de participación voluntaria y abierta controlada por accionistas o miembros que sean personas físicas
o jurídicas (entre otras: asociaciones, cooperativas, organizaciones sin ánimo de lucro, empresas) y también administraciones
locales autonómicas o nacionales.
b) El objetivo social principal será ofrecer beneficios energéticos, de los que se deriven también los medioambientales,
económicos o sociales a sus miembros o a la localidad en la que desarrolla su actividad, más que generar una rentabilidad financiera.
c) Las actividades a desarrollar serán, entre otras: la generación de energía principalmente procedente de fuentes renovables,
la distribución, el suministro, el consumo, la agregación, el almacenamiento de energía, la prestación de
servicios de eficiencia energética, la prestación de servicios de carga para vehículos eléctricos o de otros servicios energéticos.
Las nuevas oportunidades que ofrece la transición energética en la que estamos inmersos generan la aparición de nuevos
sistemas de cooperación que promueven un sistema más justo, eficiente y colaborativo de nuestros recursos energéticos.
Las Comunidades Energéticas Locales ofrecen una oportunidad en este nuevo marco.