Con el fin de impulsar el autoconsumo numerosos los municipios están llevando a cabo
bonificaciones fiscales en sus normativas. Dichos incentivos se basan, fundamentalmente, en las
bonificaciones existentes en la imposición de carácter local, tales como el Impuesto sobre
Bienes Inmuebles (IBI) y el Impuesto sobre Instalaciones, Construcciones y Obras (ICIO).